UN DÍA EN LA POSTA DE VACUNACIÓN DEL HIPÓDROMO DE LA PLATA
El personal encargado de la vacunación destacó el compromiso del IPLyC para ayudar y acompañar en la campaña nacional de vacunación contra el Coronavirus.
El pasado viernes vistamos la posta de vacunación ubicada en el predio del Hipódromo de La Plata donde pudimos conversar con los coordinadores responsables del centro, Lucas Lescano y Aldana Bueti López, quienes nos relataron cómo llevan a cabo su tarea diaria junto a su equipo de trabajo.
Esta posta forma parte de los 600 vacunatorios dispuestos por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en todo el territorio provincial donde ya se han vacunado más 3 millones de bonaerenses.
El punto de vacunación emplazado en el Hipódromo comenzó a funcionar a mediados de febrero, luego de que el Instituto Provincial de Lotería y Casinos pusiera a disposición un centro de salud que fue refaccionado y acondicionado para llevar a delante las tareas de vacunación.
Desde el principio, el personal encargado del centro se puso al hombro la campaña con mucha dedicación y responsabilidad. “Ninguno de nosotros, obviamente, tenía experiencia previa en este tipo de situaciones. Tuvimos que aprender lo que era un circuito de una campaña de vacunación de estas característica a medida que lo poníamos en práctica”, nos cuentan los coordinadores.
Actualmente, Aldana y Lucas reciben aproximadamente 400 personas por día asignadas con sus turnos de vacunación correspondientes. “Desde que arrancamos a vacunar llevamos 20 mil personas vacunadas con la primera dosis y 4 mil con la segunda dosis. Ahora estamos trabajando con tres vacunas distintas, la Sputnik primera dosis, Sinopharm segunda dosis y AstraZeneca segunda dosis”, señala Lucas.
El trabajo se lleva a cabo de lunes a lunes, con un plantel de aproximadamente 76 personas conformado por tres equipos para turno mañana y turno tarde. Cada equipo cuenta con 25 integrantes entre vacunadores, personal de logística, administrativos, limpieza y seguridad.
“Queremos resaltar el trabajo de los tres equipos. Sobre todo la ternura y el amor con el que llevan adelante la campaña. Ellos, con su buen trato, demuestran que la salud puede ser un lugar amable, contenedor donde uno se puede sentir bien, y no siempre debe estar asociado con el miedo o con el sufrimiento”, destaca la coordinadora Aldana.
Cabe señalar que, como nueva modalidad de trabajo, se están realizando vacunaciones a domicilio para todas aquellas personas que no tienen los medios para llegar hasta la posta o están incapacitadas físicamente para poder hacerlo. De esta manera se cubre la totalidad de la demanda para que ninguna persona pierda la oportunidad y el derecho de ser vacunada.
El ritmo de vacunación es muy bueno, y para estos días, se esperan más dosis para poder continuar con el plan impulsado por el Gobierno, a través del Ministerio de Salud de la Provincia.
Entre tanto trabajo, mientras las personas esperaban su turno para ser llamados a vacunar pudimos observar la dedicación y la responsabilidad con la que se desempeña cada uno de los integrantes del equipo, pero por sobre todas las cosas, la emoción y la alegría de las personas que salen con su certificado de vacunación. El orgullo y el sentido de la responsabilidad es el motor que empuja para que el Plan de Vacunación sea posible. “Todos nos ponemos muy contentos. Ahora lo estamos viendo con la gente que le toca la segunda dosis, que ya termina su tratamiento y la sensación más fuerte es de agradecimiento y alegría, y lo demuestran todo el tiempo, incluso hay gente que nos trae cartas, chocolates, y nos felicitan”, nos cuentan Aldana y Lucas.
Por último, los coordinadores nos pidieron que hagamos un reconocimiento especial para el personal de mantenimiento del Hipódromo que “desde el día 1 se han mostrado predispuestos a ayudar y colaborar en lo que sea y en cualquier horario”.
Más allá de los datos estadísticos que surgen a medida que avanza la campaña, es importante poder transmitir un poco de lo que se vive en una posta de vacunación desde una perspectiva más humana, donde los sentimientos y sensaciones juegan un papel importante en cada uno de los actores que participan en el proceso. De una manera u otra, a todos y todas nos une la misma emoción de saber que la vacuna trae esperanzas y alimenta la ilusión de que, con un Estado presente, es posible superar este difícil momento que nos toca vivir.