Fue en la Universidad Nacional de Avellaneda y estuvo organizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense y Lotería de la Provincia.

Con más de 100 asistentes, el encuentro estuvo destinado a personas vinculadas a clubes, asociaciones civiles, organizaciones barriales de la zona y público en general.

Estuvieron presentes el presidente del Instituto de Lotería y Casinos, Gonzalo Atanasof; el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino; y el senador provincial, Emmanuel Gonzalez Santalla.

“Esta es la quinta charla que realizamos en el año y estamos muy contentos y agradecidos de formar parte de esta iniciativa junto a la Defensoría y a Cayetano, quien nos ha ayudado a transmitir la importancia de estar atentos a esta adicción silenciosa”, afirmó Atanasof. Y agregó: “el año que viene estaremos recorriendo más ciudades porque es necesario que la información siga circulando, que nuestros jóvenes encuentren espacios de intercambio y entiendan que la salida es colectiva”.

La propuesta forma parte de una iniciativa en conjunto entre Lotería y la Defensoría del Pueblo bonaerense con el fin de concientizar y prevenir a la comunidad, especialmente a los jóvenes, sobre los riesgos y perjuicios que puede provocar el juego compulsivo.

El senador provincial Emmanuel Santalla dio inicio al encuentro con algunas reflexiones sobre esta problemática.

“Cuando hablamos de ludopatía digital hay algo previo, que quizás no nos damos cuenta, que son las redes sociales y los juegos virtuales. Éste es el paso previo a las apuestas on line”, aseguró. “Nosotros desde el Senado hemos presentado varios proyectos que tienen que ver con el uso de pantallas porque consideramos que es un problema que afecta a muchos jóvenes y niños en su desarrollo”.

Por su parte, Cayetano puso en consideración la palabra “juego”. En este sentido afirmó que “nos robaron la palabra juego. Hoy juego y apuestas parecen ser sinónimos y de ninguna manera lo son. No está mal jugar, lo que está mal es cuando el juego se convierte en un problema que no podemos controlar”.

Luego de la charla, los y las participantes pudieron realizar preguntas que giraron en torno a la experiencia de Cayetano, como así también sobre la forma de abordar los distintos inconvenientes, evidentes y no, relacionadas al juego problemático.